tentación es objetivamente diferente considerándola desde el punto de Dios o del ser humano. En ningún caso se considera a la serpiente como una simple “personificación de la tentación”15 o “del poder de la tentación”.16 La serpiente inició la conversación con una expresión de sorpresa, ¿Conque Dios os ha dicho…? y luego prosiguió citando falsamente la orden original de Dios, haciéndola parecer absurda. La prohibición divina sólo tenía que ver con un árbol, pero la serpiente dijo de todo árbol, frase
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